MILAGRO EN LA CUESTA DE LA CÉBILA: CÓMO SE EVITÓ UNA DESGRACIA

Lo que pudo haber sido un desastre de enormes proporciones se convirtió en una muestra de valentía y liderazgo. Alrededor de las 10:00 de la mañana, en la temida Cuesta de La Cébila, sobre la Ruta Nacional N° 60, un colectivo cedido por la Municipalidad de Tinogasta quedó sin frenos mientras transportaba a un grupo de niños hacia San Fernando del Valle de Catamarca para participar en las Olimpiadas de Matemáticas. Entre los pasajeros se encontraban personas con discapacidad, docentes y sus familiares, quienes vivieron momentos de terror al enfrentar las empinadas y peligrosas pendientes del camino.

Gracias a la increíble destreza y profesionalismo del chofer, el vehículo fue controlado a tiempo, evitando lo que pudo haber sido un trágico accidente. Pero el drama no terminó allí. Minutos después, el Intendente de Fiambalá, Raúl Úsqueda, se encontraba casualmente en la zona y no dudó en detenerse para brindar auxilio. Con una serenidad y determinación admirables, Úsqueda ofreció apoyo emocional a los niños, maestros y familiares, gestionando de inmediato la llegada de una ambulancia para asegurar que todos los pasajeros reciban atención médica adecuada. Además, el mandatario Fiambalense les gestiono un colectivo de la UNCa, se aseguró de que todos estarían a salvo y de que el viaje pudiera continuar sin más contratiempos para que los niños puedan llegar a destino a participar de las Olimpiadas de Matemáticas.

Lo que pudo haber sido una tragedia quedó en la memoria de todos como un testimonio de coraje y solidaridad.

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Gentileza fotos y datos: Juan Carlos Andrada.