UN GOBIERNO AGOTADO Y AL BORDE DEL FRACASO: JALIL ADMITE SU RETIRO Y CONFIESA QUE NO IRÁ POR UN TERCER MANDATO

Con una gestión marcada por la falta de resultados concretos y crecientes cuestionamientos sociales, el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, confirmó esta mañana que no buscará un tercer mandato. El anuncio, lejos de una decisión altruista, parece más bien una admisión de desgaste político y de una gestión que no logró cumplir con las expectativas de la gente.

Durante su participación en las Jornadas sobre Reforma Constitucional y Poder Constituyente, desarrolladas en el Consejo de Ciencias Económicas, Jalil volvió a insistir en la necesidad de modificar la Constitución provincial. Sin embargo, la iniciativa —que ya había sido impulsada sin éxito durante gobiernos anteriores— parece más un intento por dejar una marca legislativa que compense los magros resultados de su administración.

"Vamos a seguir intentando concretarla", sostuvo, en relación con la reforma, aunque reconoció que el consenso político aún es parcial. El mandatario hizo énfasis en la necesidad de limitar la reelección indefinida, como si esa fuera la herencia institucional que pretende dejar tras dos mandatos donde la provincia se vio afectada por estancamiento económico, desempleo creciente y falta de respuestas estructurales.

En un discurso con tono más defensivo que propositivo, Jalil aseguró: “Son mis últimos dos años y medio como gobernador”. También deslizó algunos de los problemas que heredará su sucesor, entre ellos el envejecimiento poblacional y el impacto del cambio climático, como si esas preocupaciones eximieran a su gestión de haber tomado medidas a tiempo.

La mención a temas estructurales no resueltos, combinada con su decisión de no continuar en el poder, deja entrever el ocaso de un liderazgo que no supo capitalizar las oportunidades ni dar soluciones a las urgencias cotidianas de los catamarqueños.