FUERTE CUESTIONAMIENTO SOCIAL Y POLÍTICO TRAS LA RENUNCIA DE LA CONCEJAL “YANELI” ZÁRATE

La inesperada renuncia de la concejal oriunda de Palo Blanco, Ramona de los Ángeles “Yaneli” Zárate al Concejo Deliberante de Fiambalá, generó una profunda repercusión en el ámbito político y social del distrito. Su decisión, que según trascendió, responde a un desacuerdo con la conducción del municipio encabezado por el intendente Raúl Úsqueda, fue interpretada por gran parte de la comunidad como un acto de deslealtad hacia el pueblo que la votó y hacia el partido que confió en ella.

Zárate, quien llegó a ocupar una banca gracias al respaldo de la Unión Cívica Radical (UCR), habría hecho llegar los fundamentos de su renuncia solo a algunos medios locales, evitando un pronunciamiento público que dé explicaciones a la ciudadanía. Este silencio no fue bien recibido ni por los vecinos ni por las autoridades partidarias, que manifestaron su descontento a través de un comunicado oficial emitido por el Comité “Amado Coco Quintar”.

En el documento, la conducción radical de Fiambalá expresó con dureza que, durante toda su gestión, la concejal nunca presentó informes sobre su labor legislativa ni rindió cuentas al partido que la llevó al cargo, desconociendo los mecanismos institucionales y éticos que se esperan de un representante elegido democráticamente.

Además, el Comité afirmó contar con pruebas que indicarían que Zárate colaboró con sectores ajenos al radicalismo durante las últimas elecciones, lo que habría tenido como objetivo debilitar la estructura partidaria local y favorecer a la alianza opositora “Primero Catamarca”. Esta acusación profundizó aún más el malestar dentro del radicalismo Fiambalense, que consideró su renuncia como el desenlace inevitable de una serie de actitudes contradictorias con los principios del partido.

Desde la UCR remarcaron que la banca ocupada por Zárate fue producto del voto popular hacia el radicalismo, y que, por lo tanto, la edil tenía el compromiso moral y político de actuar con coherencia, transparencia y lealtad hacia quienes depositaron su confianza en ella. “Faltó el respeto al partido, a sus militantes y al pueblo de Fiambalá”, expresa el comunicado, dejando entrever que la decisión de renunciar no borra el daño político generado.

En la sociedad, la noticia no cayó nada bien. Muchos vecinos manifestaron su decepción por la actitud de quien en su momento representó una renovación dentro del radicalismo y una esperanza para los votantes que creyeron en su palabra. Hoy, el nombre de “Yaneli” Zárate ha perdido credibilidad entre los Fiambalenses, que ven en su salida un acto de abandono hacia las responsabilidades asumidas y una muestra de inconsistencia política.

Mientras tanto, el radicalismo local reafirma su compromiso con la unidad, la transparencia y el trabajo por el bienestar de todos los Fiambalenses, dejando en claro que los intereses personales nunca deben estar por encima del compromiso con el pueblo ni de los valores que identifican a una fuerza política con historia y principios.