A partir de hoy, y cada viernes rendiremos un humilde homenaje, poniendo en valor a los vecinos que por algún motivo se destaquen en la sociedad, que hayan aportado a la historia de Fiambalá, que sus habilidades, oficio, arte, u ocupación los lleve a ser una persona útil , y de reconocimiento social.
De ésta manera, queremos que estas personas que han dejado una huella en la historia de Fiambalá puedan recibir una puesta en valor humano.
Hoy conocemos a Don Pedro Amado Robledo, conocido como el Pochito Robledo, el kinesiólogo del pueblo.
Hoy a sus 84 años, Don Pocho nos cuenta que lleva una vida tranquila en compañía de su nieto Leo, y con la amistad de los vecinos del barrio Alto Las Flores, es un hombre de manos bondadosas que se dedican desde hace una vida entera a aliviar las molestias y el dolor de las zafaduras, esguinces, o cuando los huesos se corren un poco del lugar, y que por la eficiencia de sus masajes se ha ido convirtiendo en el doctor de los deportistas, y un "kinesiólogo" para la comunidad.
Preguntándole un poco de cómo llegó a alimentar este "don de acomodar los huesos"
Pocho rememora su paso por el servicio militar, en la "colimba" allá por el año 60, cuando desde ese entonces comienza a tener la habilidad de masajear fervorosamente hasta reacomodar algún hueso fuera de lugar.
Luego, con el paso del tiempo, y terminado el servicio militar, Pocho regresa a Fiambalá dónde comienza a desarrollar este oficio que lo llevara a ser hoy el "kinesiólogo" del pueblo, en sus memorias a larga data, nos va narrando que fue un crack del Club Racing, y que paralelamente se ocupaba de reacomodar tobillos salidos que necesitaban la atención inmediata en la cancha, o sino al día siguiente del partido su casa se convertía en un "consultorio" con jugadores de futbol que iban en calidad de pacientes en busca de esas manos firmes que les aliviaba el dolor y la molestia.
Éste oficio, y más que nada el "don" lo llevó a que la liga lo contrate para atender inmediatamente a los jugadores lesionados. Actividad que nunca más volvió a dejar, ya que hasta el día de hoy, jóvenes y adultos acuden a diario en busca del alivio.
Haciendo alusión a sus orígenes, Pochito nos cuenta que esos ojos azules tan particulares los heredó de su abuelo, y a su vez nos comenta que en sus venas corre sangre alemana, en descendencia del papá de su papá, acotando que en aquellos años era común ver inmigrantes en Fiambalá, y rememora a sus amigos Demetrio Castaño y Don Sayí, los turcos que por aquellos años habitaban nuestro pueblo.
Un momento particular del Pochito Robledo hace un par de años, fue su reinado en la fiesta de los jubilados, dónde su porte y sus rasgos alemanes acentuados en sus ojos azules fueron los factores que un jurado tuvo en cuenta para coronarlo Rey de los Jubilados, año 2022, obviamente siendo el acompañante de una bella dama, doña María Cristina Bordón, la reina de los jubilados en esa edición.
Al darse cuenta del paso del tiempo, Pocho con mucha propiedad les aconseja a los jóvenes que "sean útiles unos a otros" y siempre el respeto como mejor virtud.
Pocho es hombre de bien, que a diario sale a hacer sus diligencias en la medida que su edad lo permite, y remarca constantemente que "las puertas de su casa están abiertas para todos los vecinos" , y realmente Pocho tiene una calidez humana que nadie puede negar.
Y lleva ese don tan bueno, tan necesario, que hasta los facultados le confían los pacientes que necesitan del alivio de acomodar los huesos rebeldes.
Pocho sigue atendiendo, siempre lo vamos a encontrar en su casa, siempre con su abrazo amigo, y su voluntad tan noble recibiendo a cada paciente ocasional, y brindando un resultado eficiente.
Pocho es un tipo macanudo, tipo de buen corazón, y que su servicio desinteresado y que lo hace de corazón nos invitó a brindarle este pequeño homenaje a través de ésta publicación que narra un poquito de lo mucho que es Pochito Robledo para la sociedad, y toda una historia de vida que tiene.
Hemos tenido el privilegio de hablar con él, y conocer parte de su vida en primera persona.
Pedro Pochito Robledo, el kinesiólogo del pueblo, en nuestra primera editorial de la sección "NUESTRA GENTE" que a partir de hoy y cada viernes compartiremos con ustedes.
Dirección De Prensa - Municipalidad de Fiambalá.