FIAMBALÁ SE PLANTA: BASTA DE ANUNCIOS VACÍOS, JALIL Y ROLDÁN DEBEN DAR RESPUESTAS REALES AL TURISMO

Fiambalá ya no quiere más promesas. Lo dejó en claro la Cámara de Turismo en un encuentro mantenido con el intendente Raúl Úsqueda y su equipo: o el Gobierno de Raúl Jalil cumple con los compromisos asumidos o la paciencia del sector turístico se agotará definitivamente.

El tema principal fue la anunciada “Puesta en Valor del Complejo Termal de Fiambalá”, un proyecto que Jalil firmó en su última visita pero que, hasta el momento, no pasó de ser una foto y un papel. La Cámara, presidida por la Prof. Fátima Haddad, respaldó la iniciativa pero con un mensaje contundente: quieren presupuesto asegurado, plazos de inicio y finalización, y garantía de mano de obra local.

“Fiambalá aporta millones al fideicomiso provincial y el dinero nunca vuelve en inversiones. Que les quede claro a nuestras autoridades: las grandes obras tienen que hacerse en nuestro pueblo”, expresaron con firmeza.

La indignación se amplió cuando se mencionó la Terminal de Ómnibus de Fiambalá, inaugurada el 12 de septiembre y todavía cerrada. Una muestra más del “marketing político” del Gobierno provincial: cortar cintas para la foto, pero sin gestión real. La explicación oficial de que falta un traspaso administrativo es vista en Fiambalá como una burla a la gente.

Otro reclamo fuerte fue la falta de créditos blandos para emprendedores turísticos. Mientras la minería recibe todo tipo de beneficios y apoyo, los empresarios turísticos —que sostienen el motor económico de Fiambalá— siguen esperando. “Somos muchos los emprendedores con proyectos paralizados por falta de fondos. Necesitamos créditos accesibles, no migajas. El turismo también genera empleo y desarrollo, pero el Gobierno provincial nos ignora deliberadamente”, remarcaron.

El enojo se transformó en indignación cuando se apuntó directamente contra la ministra de Turismo, Daiana Roldán. “No le conocemos la cara, jamás vino a reunirse con la Cámara de Turismo de Fiambalá. Es una vergüenza que quien debe defender el turismo provincial le dé la espalda al principal destino turístico de Catamarca”, denunciaron.

La conclusión del encuentro no dejó lugar a interpretaciones: Fiambalá está cansada de ser usada en discursos y campañas. Quiere obras reales, inversiones concretas y funcionarios presentes. Raúl Jalil y su gabinete ya no tienen margen para seguir vendiendo humo.