CON PROFUNDO PESAR, DESPEDIMOS A DON PEDRO CRISÓLOGO BAQUINZAY, “EL POLICÍA DEL PUEBLO”

Con inmenso dolor, la comunidad de Fiambalá, Palo Blanco y Tinogasta despide a uno de sus más queridos y respetados referentes: Don Pedro Crisólogo Baquinzay, quien se durmió en la paz del Señor ayer sábado 21 de junio a las 11:20 horas, a la edad de 100 años.

Don Pedro fue un hombre ejemplar, cuya vida estuvo marcada por el compromiso, el servicio y el amor profundo por su gente. Aún se recuerda con emoción cuando, el 12 de noviembre de 2024, celebró su centenario rodeado de su numerosa familia y de una comunidad que lo homenajeó como “El Policía del Pueblo”, título que no solo reconocía su función dentro de la fuerza, sino también su integridad, sabiduría y entrega hacia los demás.

Nacido en las entrañas mismas de Palo Blanco, Don Pedro forjó su carácter en las estancias “La Pampita” y “Ojo de Agua”. A los 18 años, durante el Servicio Militar Obligatorio, lideró con temple a un grupo de soldados en Minas Capillitas, ganándose el apodo de “Cabo Ñato”, como símbolo de respeto y liderazgo. Luego, ocupó numerosos roles comunitarios: fue Juez de Paz, Delegado Municipal, encargado del Registro Civil, y finalmente, miembro de la Policía de la Provincia de Catamarca, donde dejó una huella indeleble hasta su retiro en la década de los 80.

Hoy, sus hijos Rosario, Bety, Ramón, Irma, Gustavo, Paula y Gerardo, junto a sus 32 nietos, más de 50 bisnietos, 6 tataranietos y demás familiares, comunican con pesar esta irreparable pérdida. El velatorio se realiza en su domicilio particular de Tinogasta, ubicado sobre Ruta 3, pasaje Quintar s/n.

Hoy domingo será trasladado a su amado Palo Blanco, donde a las 12:00 hs se oficiará una misa en la Iglesia Nuestra Señora del Valle, para luego recibir cristiana sepultura. La comunidad entera de Palo Blanco participa con profundo dolor en este último adiós.

Noelia, una de sus nietas expresó con palabras sentidas:
“Con un dolor inmenso comunico la partida física de mi amado papá abuelito. Pedro Baquinzay, vivirás eternamente. Gracias por todo, no hay palabras para tanto dolor. Dejas un gran vacío en nuestros corazones. Descansa en paz, Papito”.

En vida, Don Pedro no solo fue un servidor público ejemplar, sino también un padre amoroso y un abuelo entrañable. “Papá Lelo”, como lo llamaban con cariño sus nietos y bisnietos, fue un hombre que transmitió valores, dejó enseñanzas imborrables y sembró amor en cada rincón que pisó.

Su legado perdurará en cada uno de los corazones que tocó, en las generaciones que lo suceden y en la historia de un pueblo que nunca olvidará su paso. Hoy partió un símbolo de honestidad, sacrificio y bondad.

Descansa en paz, Don Pedro. Palo Blanco, Tinogasta y Fiambalá te despiden con honor, gratitud y lágrimas en los ojos.

.

.

/contenido/1741/don-pedro-baquinzay-el-policia-del-pueblo-celebra-sus-100-anos-de-vida