DOCENTES SIN SUELDO DESDE HACE AÑOS Y EXPUESTOS A GRAVES RIESGOS

La situación de la educación en Catamarca es alarmante y ha llegado a un punto crítico que no puede seguir siendo ignorado. Un numeroso grupo de docentes que desempeñan sus funciones en Fiambalá, Medanitos, Saujíl y Antinaco -entre otras localidades- han hecho público en la redacción de Multimedios Abaucán, un enérgico reclamo contra el Gobierno Provincial, encabezado por el Lic. Raúl Jalil, y el Ministerio de Educación, debido a la indignante situación en la que se encuentran: llevan entre 1 y 5 años trabajando sin percibir sus haberes.

TRABAJAN, CUMPLEN Y EL GOBIERNO NO LES PAGA

El testimonio de los docentes es estremecedor. Han trabajado por años en la educación de cientos de niños y jóvenes sin recibir un solo peso por su esfuerzo y compromiso. A pesar de haber cumplido con todas las exigencias y obligaciones impuestas por el Ministerio de Educación, este se desentiende de su responsabilidad y no ofrece respuestas concretas.

“Nunca publicamos algo relacionado en los medios, pero la situación no da para más y se convirtió en desesperante. En mi caso y el caso de 5 colegas, estamos trabajando desde hace 3, 4, hasta 5 años y no nos dan una respuesta favorable desde el Ministerio de Educación de Catamarca”, expresó una docente con impotencia.

Para colmo, cuando los afectados intentan reclamar, las autoridades del Ministerio de Educación se lavan las manos, culpando a los directivos de las escuelas, mientras los docentes siguen sin recibir soluciones. Muchos de ellos se han visto obligados a buscar asesoramiento legal, pero al no cobrar sus sueldos, tampoco pueden pagar abogados. Además, ni siquiera pueden afiliarse a un gremio para obtener respaldo, ya que uno de los requisitos es contar con un recibo de sueldo, algo que les niega sistemáticamente el mismo gobierno que les exige trabajar.

DOCENTES EXPUESTOS A SITUACIONES EXTREMAS

El calvario de estos docentes no se limita a la falta de pago. La desidia gubernamental también pone en peligro su vida. El pasado lunes 17 de febrero, el Ministerio de Educación los obligó a presentarse en las escuelas sin considerar las condiciones climáticas extremas. Las intensas lluvias y el mal estado de las rutas hicieron que muchos de ellos tuvieran que cruzar ríos crecidos, arriesgando su integridad física.

“No teníamos ni un peso para poder transportarnos. En el interior del Departamento Tinogasta los pasajes son caros y tuvimos que sacar fiado el transporte. Para colmo, con las tormentas que hay en la zona, casi nos lleva la creciente porque los ríos crecían demasiado. ¡Hasta la vida arriesgamos!”, denunció otro docente.

UN GOBIERNO INDIFERENTE ANTE EL SUFRIMIENTO DE LOS DOCENTES

Como si esto fuera poco, muchos de los docentes afectados recibieron la insólita noticia de que hay horas vacantes pero que “no estaban autorizadas para salir a asamblea”, lo que significa que ni siquiera pueden manifestar su reclamo de manera formal. ¡Es un atropello absoluto a sus derechos!

El hartazgo es evidente y la comunidad educativa exige respuestas. “Hemos trabajado varios años, da bronca que ahora no nos paguen por nuestro trabajo que ya lo hemos realizado y cumplimos en todo. Así como el Ministerio de Educación y el Gobierno de Catamarca imponen obligaciones y reglamentaciones, que también ellos cumplan con sus obligaciones y respeten nuestros derechos”, sentenciaron los docentes, visiblemente conmovidos.

Muchos de ellos tienen familias que sostener, impuestos que pagar y seres queridos enfermos que requieren atención. Sin embargo, siguen esperando que el gobierno cumpla con su deber básico: pagarles por su trabajo. La indiferencia de las autoridades ante esta situación es una muestra clara del abandono en el que está sumida la educación en Catamarca.

¿Hasta cuándo seguirá esta injusticia? ¿Dónde están los gremios que deben defender los derechos de los docentes? ¿Cuándo el gobierno de Raúl Jalil asumirá su responsabilidad y dejará de jugar con el futuro de quienes forman a las próximas generaciones?

La comunidad está indignada y exige una solución inmediata. Es hora de que las autoridades dejen de mirar hacia otro lado y respondan de una vez por todas. La educación de Catamarca y la dignidad de sus docentes no pueden seguir siendo pisoteadas.